En la sala de interrogatorios la chica esperaba pacientemente sentada en una silla, cavilando, pero sin responder ninguna pregunta hecha por aquellos que le cuestionaban, inclusive por encima de la autoridad de los hombres de la Guardia imperial y el mismo señor lobo. Sus respuestas eran escuetas y monosilábicas: -Si, No, Si, No- e inclusive a preguntas que no tenías ningún sentido similar.
De repente, Siegfried irrumpió en la sala, esperando una gran reprimenda por parte de sus superiores, sin embargo, Mizard lo miró y con un movimiento de cabeza le ordeno que se acercara a la chica, para que pudiese hablar con ella, ya que los señores al mando no habían logrado gran cosa.
El chico de alba cabellera se acerco tímidamente pero cuando alcanzó a llegar en donde estaba la guerrera, los comandantes se hicieron a un lado y salieron por la puerta para observar la platica por las cámaras de seguridad.
-Hola de nuevo, disculpa por la rudeza de mis superiores pero es el código de guerra, como te dije no te han tocado un solo cabello y seras tratada como invitada de honor, por lo tanto déjame quitarte esas esposas y dirigirme a ti como Siegfried- comenzó el muchacho a hablar acercándose a la espalda de la muchacha y quitando el seguro de las esposas que aprisionaban las delgadas y delicadas muñecas de la prisionera.
-Mi nombre es Yridielle, me dirijo a ti Siegfried como agradecimiento a tratarme tan bien y por perdonar mi vida. como es evidente tus superiores y tu no saben cual es el rango que ostento, pero te lo diré a su debido tiempo- La voy de la chica era como un coro celestial, con una dulzura sin precedentes, un tono delicado pero triste en el timbre de voz que hizo que la piel del noble guerrero se erizara un segundo.
-Gracias por tu confianza Yridielle, te aseguro que no se quien eres en realidad y perdone tu vida por respeto a la misma no por querer aprovecharme de las circunstancias, como sabrás tenemos dudas acerca de tu ejercito, pero creo que es un buen momento para que me digas el rango que ostentas en la nave, ya que con base en eso, me dirigiré a ti con mayor respeto-
Yridielle dudo un segundo y luego respondió: -Soy la princesa Eldar, Yridielle Uth Sola-Noëin, tambien soy una exarca de las Howling Banshees quienes fueron aniquiladas por tu gente, hija del gran señor del mundo Astronave que sobrevuela la atmósfera de este planeta- La cara de Siegfried se torno de un blanco impávido y claro, tenia e su custodia a la princesa más importante del mundo astronave que los atacaba, pero no solo eso, estaba prisionera y su unidad destrozada, si suponía que la exarca caía con la unidad el señor de la nave estaría furiosos por la perdida de su hija.
-Princesa Yridielle- dijo Siegfried con un hilo de voz, -¿Su padre esta enterado del ataque perpetrado por tu unidad a la superficie del planeta?- Yridielle lo miró con los ojos como platos y luego casi gritando de la desesperación dijo: -¡Por Kain, claro que no!, ni siquiera estoy permitida de salir de mis aposentos, soy exarca por rebeldía a mi padre y por eso estoy metida en un gran problema-
El rostro del lobo espacial se relajo y un segundo mas tarde mostró una sonrisa sincera y hasta cierto punto algo socarrona, se acerco a la chica y le dijo: -Estamos de suerte princesa, su padre la recibirá con gusto y nosotros acabaremos con esta guerra en poco tiempo, déjeme ultimar los detalles, si necesita algo solo ordenelo, recuerde que es invitada y no prisionera-
Siegfried salio por un segundo con sus superiores y le dijo al señor lobo Mizard que: -regresar a la princesa como una invitada, seguro un error en las filas Eldar la hicieron caer en la superficie, solo se le darán ropajes exquisitos y la armadura se le dará como ropaje de protección aparte, mostrando que no tuvo nada que ver con la batalla, así es un regalo de buena fe o bien la devolución de la joya mas preciosa de toda la nave, la chica estará bien y nosotros podremos negociar la paz, solo hay que viajar con bandera blanca pero no intercambiar a la princesa por la paz, sino dársela como un regalo no bélico, pues ella no tuvo nada que ver, hipotéticamente hablando...